CALA SANT FRANCESC
¿… O CALA BONA ?
También conocida como Cala Bona, primera gran cala de la Costa Brava, situada pocos metros al este de la propia villa. El origen de este nombre se debe a las excelencias del lugar como refugio para los pescadores en caso de temporal. Una cala es «buena», cuando está protegida de los vientos locales, especialmente de los más peligrosos. Desde la construcción de la ermita de San Francisco en 1681, cambia de nombre y hoy es mucho más conocida como Cala de San Francisco. El antiguo topónimo, se ha mantenido y es usado por los propios habitantes de Blanes y especialmente por los más asiduos a esta playa. Situada a las afueras de Blanes (la primera localidad de la Costa Brava en su parte sur) ha sido galardonada año tras año con la bandera azul por la calidad de sus aguas y sus excelentes servicios.
“Blanes resplendeix alegrement amb ses parets blanques com llenços de bugada i ses teulades grogues com altars de moresc. El mar i el cel són una sola blavor clara sense solució de continuïtat. Les muntanyoles i roques que s’hi banyen tenen l’aparença d’incrustacions d’esmalt sobre un cristall puríssim. Fineses i brillantors per tot arreu… La naturalesa sembla manifestar, en aquell sereníssim paisatge marítim, pompes i gustos d’argenter.”
L’idil·li d’en Temme (1920)
UNA CALA FAMILIAR
La Cala San Francisco es una cala muy familiar, que suele entusiasmar a los niños con la posibilidad de practicar snorkel en aguas poco profundas con fondos rocosos. De hecho se trata de una cala de tipo semi-urbano, rodeada de un bosque de pinos, pero también de viviendas y apartamentos que forman la urbanización del mismo nombre. Por este motivo Cala San Francisco se encuentra bien comunicada con el centro de Blanes, tanto mediante el bus urbano como mediante el tren turístico que recorre las calles y calas de la localidad. También es probable que encuentre activo en la cala algún servicio de crucero turístico que le permita visitar otras calas cercanas.
El entorno natural en el que se sitúa Cala San Francisco, en medio de un bosque de pinos, es extraordinario. Tal como se puede apreciar en las fotografías la playa ofrece una serie de grupos rocosos cerca de su orilla que permiten la práctica del snorkel a poca profundidad, con una variada fauna y flora bajo unas aguas transparentes.
En la parte sur del litoral, y situados mar adentro, a unos 120 metros, encontramos los arrecifes rocosos denominados Niell de Cala San Francisco. Un camino de ronda se inicia en la cala y permite conseguir la cala rocosa de Sa Llapissada, de difícil acceso, ya en dirección a la punta de S’Agulla. La Cala San Francisco ofrece curiosos rincones donde el azul de sus aguas contrasta con la vida vegetal en su orilla. Tal y como comentábamos la Cala San Francisco y la ermita del s. XVII que la corona, en lo alto del promontorio, son las protagonistas cada 28 de julio del final de las fiestas locales de Blanes, en el denominado Encuentro del Amor, donde se llevan a cabo conciertos, actividades lúdicas y otros eventos de carácter familiar.